lunes, julio 11, 2005

Haciendo exorcismos el sábado al mediodía

Sábado 9 julio de 2005, 2 de la tarde:

Completamente figurado me levanto a almorzar, con la certeza que tengo que dejar de tener noches como la del viernes si quiero llegar a los 30 años.

Después del almuerzo, me dirijo hacia mi cama para terminar de curarme para poder salir de nuevo a la noche.

Con la computadora siempre encendida, bajando cosas y con el msn siempre activado –eso se llama vicio-, veo que alguien inicia una conversación conmigo.


La conversación fue algo así (por obvios motivos me reservo el nombre de mi compañero):


Compañero de Facultad dice:
boludooooo te cuento y no me la crees


Marlboro-Man dice:
a esta hora te puedo creer que los marcianos llegaron a
la Tierra


Compañero de Facultad dice:
dame el telefono de tu casa yaaaa


Marlboro-Man dice:
4555-5516*

(*notaron que todos los fake telephone numbers comienzan con “555”??)


Segundos después me llama y me cuenta lo que le había pasado.

Después de contarme lo que le pasó, me pregunta si no me jode que vaya hasta donde él estaba; en el consultorio médico de su padre sobre Av. De Mayo.


La pregunta que cabe acá es... que había pasado?

Él padre tiene un consultorio médico sobre Av. De Mayo, y cuando no hay nadie en el consultorio, él lo utiliza para ir a estudiar… o ir con su chica.

Este último sábado el había ido con su chica a estudiar …y a fumar faso.

Su chica nunca había fumado marihuana, quiso probar y él accedió al pedido.

Antes de terminar el primer joint la chica se levanta súbitamente de la silla y sale corriendo hacia la puerta de salida, él intenta calmarla pero ella se pone a gritar que se siente mal y que quiere salir.

Ella empieza forcejear con la puerta, y antes que él llegue de la cocina con la llave, ella logra abrir la puerta a la fuerza, y se va a los gritos, desvariando completamente.

Se sube a su auto, fumada y todo se dirige hasta Acoyte y Av. Rivadavia.

En ese momento mi compañero de facultad sin entender nada, asustado por la extraña reacción de su chica después de fumar medio cigarrillo de orégano, se conecta al msn y tiene conmigo la charla arriba descripta.

Al escuchar lo sucedido accedo a ir hasta el consultorio de su viejo lo antes posible, aunque no sin cierta renuencia de mi parte, dado que en ese momento me encontraba yo en bata, ojeras, boca reseca, zumbidos en los oídos y una sensación de tener un ejército de microscópicas hormigas africanas sobre mi corteza cerebral.

Llegué hasta el consultorio de Av. De Mayo 35 minutos después:

Hablamos, lo tranquilicé, fumamos un par de cigarrillos Gold Leaf que su chica había dejado abandonados sobre el escritorio en medio de su loca huída, hablamos un poco mas, ya más distendidos hicimos chistes negros al respecto y especulamos que le pudo haber pasado a su chica para reaccionar así con tan solo un par de bocanadas de hierva.

Rato después, su chica lo llama al celular, pidiéndole perdón y con la promesa de no volver a fumar. Él la tranquiliza diciéndole que estaba todo bien, que la perdonaba.

Marlboro-Man: …al menos no hizo falta un exorcismo, no?


BONUS TRACK:
hace un par de años, en ese mismo 2do piso de ese edificio hubicado sobre Av. De Mayo al 800 (a metros de la boca de la estación de subte “Piedras” de la Línea A) un nene de pocos años murió en causas misteriosas (misteriosas para mí que no me enteré como murió ni quise preguntar), y tiempo después muchos testigos afirmaron que por las noches se escucha un chico de corta edad jugando con una pelota.

Con todo eso es comprensible que mi compañero haya sentido temor.

Marlboro-Man: y… yo creo que este edificio debe estar construido sobre un cementerio indio…