martes, mayo 29, 2007

Confianza y actitud

Eran alrededor de las 12.30 de la noche y estaba en un boliche muy copado que se llama Uni Club, Guardia Vieja 3360.
A esa hora no había mucha gente, y decidí ir al segundo piso (el local tiene tres pisos) a ver que había.
Muchas mesas bajitas, sillones, una barra de bebidas y un grupo de 20 pibes festejando un cumpleaños.
Cumpleaños. Torta. Gente desconocida. ¿Qué puede salir mal?

Me acerco al grupo, me siento en una punta, y empiezo a cantar con el resto el ‘Feliz Cumpleaños’. Al término de la canción la cumpleañera se pone a cortar la torta. Obviamente yo reclamé la primera porción. Ante el microsegundo de confusión de la cumpleañera, me acerco rápidamente, tomo la porción, le doy un beso en la mejilla y le digo ‘Feliz Cumpleaños’ y me vuelvo a sentar en la punta.
Menos de un minuto después yo y una porción de biscochuelo de chocolate cubierto con merengue nos retiramos de la mesa, de la misma forma en que había llegado cinco minutos atrás.

Misión cumplida.

Me dirijo hacia la planta baja, donde está la pista de música 80’s y 90’s, veo a un grupo de tres chicas, me acerco y, porción de torta en la mano, les digo:
Marlboro: ¡Chicas díganme ‘feliz cumpleaños’! ¡Hoy cumplo 25! (N.del Autor: en realidad los cumplo el 16 de junio).
Chicas: ¡Feliz cumpleaños!
Marlboro (señalando una mejilla): ¡un beso!
Me dan un beso cada una y una de las chicas me dice:
Chica1: Je… seguro que nos dijiste que era tu cumpleaños para sacarnos un beso…
Marlboro: ¡Sí! ¡Chocá los cinco!
La chica levanta la palma derecha y la choca con la palma de Marlboro.

Una buena forma de comenzar la noche del sábado.

Sé la excepción a la regla. Siempre.

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jueves, mayo 03, 2007

El humor libera tensiones. Y mas en este bar.

Hace poco, el bar donde nos juntábamos siempre con mis amigos, Valentino (Bernardo de Irigoyen y Av. De Mayo), cambió de dueño. Y fue refaccionado por completo. Y cambiaron las mozas. Pero mas allá de cambiar, en la vereda, horribles mesas blancas con sillas plegables por horribles mesas amarillas con sillas de igual color, cambiaron las mozas. Y cómo.

Noche del lunes 30 de abril, vísperas del Día del Trabajador, llegaba tarde para juntarme con mis amigos, y encontré a cuatro de ellos (Javock, su novia Vero, Peter y la novia de Peter) sentados en una mesa de la vereda de ‘Dalia’, antes ‘Valentino’. Los saludo y le pido a una mesera una cerveza y un vaso.
Peter.- Yo ya pedí dos vasos y papas fritas.
Al rato llega la mesera con una cerveza y mi vaso.
Peter (a la moza).- Eh… ¿y los dos vasos que te pedí?
Mesera.- Ah…! Ya te los traigo.
Un rato después, terminando la cerveza:
Peter.- Se olvidaron de los dos vasos…
Marlboro-Man.- Sí, y habría que pedir otra cerveza.
Después de un rato de intentar llamar la atención a alguna mesera:
Peter.- Parece que a las meseras les enseñaron a ignorarme.
Javock.- ¡¡¡FUEGOO!!! ¡¡¡FUEGO!!!
Vero, Peter, la novia de Peter, Marlboro-Man.-
Javock.- Tal vez así nos presten atención.
Marlboro-Man.- Bueno, Peter, la próxima vez que pase la mesera ponele el pie.
Peter.- Yo la tacklearía.
Se acerca una mesera:
Peter.- ¿Me traerías una cerveza y dos vasos… y las papas fritas?
Mesera.- ¿Qué papas fritas?
Peter.- Hace rato te pedí dos vasos y una porción de papas fritas…
Mesera.- No tengo ningún pedido para esta mesa.
Peter (visiblemente impaciente).- ¿Qué número de mesa es esta?
Mesera.- La 106.
Peter.- Averiguame si hay algún pedido para la 106 y traelo. Y una cerveza y LOS DOS VASOS, POR FAVOR.
Un rato después, la mesera vuelve con las papas fritas, una cerveza y dos vasos:
Mesera.- Sería 17 pesos.
Peter.- ¿Perdón? ¿17 pesos? La cerveza cuesta 10 pesos, ¿las papas fritas a cuánto están? ¿¡7 pesos!?
Mesera.- Eeeh… no sé cuánto cuestan. Ahora me fijo.
Dicho esto, la mesera se dirige adentro del bar, hacia la caja.
Peter.- Y no nos abrió la cerveza…
Marlboro-Man (al borde de un ataque de risa).- ¿Esto es en serio? ¿Se fue sin abrir la cerveza, de verdad?
La mesera vuelve con un ticket de caja en mano.
Mesera.- Sí, cuestan 7 pesos las papas fritas.
Peter (a esta altura furioso).- … Ok, cobrame.
Javock.- Esto es una joda. Que digan donde están las cámaras.
Marlboro-Man.- Deben estar hechas con la última papa en su especie.
Peter.- ¿Cuánto está el kilo de papas? ¿8 pesos?
Marlboro-Man.- Es la inflación.
Al rato llega otra mesera, con dos vasos más:
Mesera.- ¿Para esta mesa eran los dos vasos?
Peter.- Sí, pero los pedí hace rato y ya los trajeron.
Al rato llega una tercer mesera, con dos vasos en la mano, pero se retiró al ver la mirada fulminante de Peter.
Marlboro-Man.- Ahora que se acordaron, te van a traer diez vasos.
Javock.- Como se notan que son caras las papas fritas. Ahora nadie las come.
Marlboro-Man.- Yo ya me comí como 2 pesos de papas fritas. Je.
Javock.- ¿Si pido sal me cobrarán?
Marlboro-Man.- Si no te cobran pedí servilletas también.
Peter.- Yo los mataría, son unas incompetentes las meseras acá, pediría el libro de quejas para tirárselos en la cabeza, prendería fuego el bar, acá va a correr sangre…
Marlboro-Man.- Hoy terminamos riéndonos en la comisaría…
Peter.- No, yo me voy… con mi novia nos vamos a Soma. Nos vemos ahí.
Peter y su novia se retiran. Al rato llega un amigo, Santi, se sienta en la mesa y llama a una mesera.
Santi.- ¿Me traerías un Baileys?
Mesera (con cara de desconcierto total).- ¿Baileys?
Santi.- Sí, Baileys… crema de irlandesa…
Marlboro-Man.- Whisky, canela, chocolate, crema, café… Baileys.
Santi, 5 minutos después, con su trago en la mano:
Santi.- Che… esto no es Baileys… esto es Tía María Cream…

Cuac!

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