Lost, Lonely & Lethal (Perdido, Solo y Mortal)
- Estado de ánimo depresivo.
- Insomnio.
- Irritabilidad, frustración o ira.
- Ansiedad.
- Dificultad de concentración.
- Inquietud.
- Disminución de la frecuencia cardiaca.
Esos son los trastornos relacionados con el uso habitual del tabaco.
Lo leí en un libro sobre adicciones y me di cuenta que me sentía identificado con dos o más ítems (en realidad hoy en día me siento reflejado en la mayoría de esos puntos).
Después de leer eso, me puse a reflexionar un poco sobre mi vida y, cigarrillo en mano, me pregunté si realmente sentía todo eso por el cigarrillo Marlboro que estaba fumando.
No voy a decir que el cigarrillo no le afecta a nadie o sólo a algunas personas.
Sino que miré en mi interior para saber sobre mi caso en particular.
Tengo problemas.
Problemas de variada naturaleza. Pero todos tenemos problemas, y sé muy bien que en el pasado tuve problemas.
Quizá con la edad los problemas cada vez sean mas graves, hasta el día que tengamos el problema mas grande: el de no estar vivos.
Quizá no.
¿Es culpa del cigarrillo que me despierte después de dormir 4 horas o menos, me mire en el espejo que está al pie de la cama y no me reconozca?
No es como la pesadilla que vive Gregorio Samsa en “
Sé que esos ojos, esa boca, esa frente, mentón, son míos. Pero es como si fuera una persona diferente.
Como si de repente me diera cuenta que olvidé algo que tenía que recordar.
Como si estuviera ignorando un compromiso ineludible.
Y así comienza mi rutina diaria.
“Irritabilidad, frustración o ira.”¿Es culpa del cigarrillo que sin motivos insulte o sea verbalmente desagradable con una amiga? ¿Qué voy a decir? ¿”Perdoname, hoy fumé mas cigarrillos de la cuenta”?
¿Es culpa del cigarrillo que piense que es mentira que todos seamos especiales? ¿Cómo es posible que todos lo seamos? ¿Ser especial no es diferenciarse entre lo común? Hay tantas personas tan comunes, tan poco especiales.
Algunas personas nunca fueron especiales y otras, además, nunca lo van a ser ni tampoco sobresalir en nada.
Pensar que en mi estado de ánimo algo influye el cigarrillo es errado, o como mínimo, simplista.
Creo en la soledad.
En los problemas mezclados con la sensación de soledad. En esos momentos en los que mirás el celular y además de mirar la hora te fijás si alguien te mandó algún mensaje y el “buzón” está vacío.
En esos momentos que saliste de algún bar o de estar con amigos, volvés a tu casa, y te das cuenta que ya te acordás de memoria las baldosas de las veredas de todos los caminos posibles hasta tu casa, pero siempre hablando sin nadie al lado.
O cuando mirás los contactos de msn en tu computadora, son más de veinte los conectados pero no tenés ganas de entablar una charla con nadie y al parecer el sentimiento es recíproco.
Lo mejor de todo es que ni en eso me siento especial.
Porque sé que muchas personas se sienten como yo, como mínimo una vez en la vida.
Todas las personas.
La ironía es que somos varios los que experimentamos cierta melancolía, cierto desamparo. Deberíamos hacer un club.
Un club de “estoy solo, pero con vos no estoy solo”.
Sí, así de patético soy.
Al menos no me falta el humor.
PD: sé que últimamente se me dio por post largos. Muy largos. Prometo que en unos días hago uno así de cortito, pero seguramente menos ingenioso que el de synkro.
A los que leyeron todo este chorizo, gracias. Este es el aguante, como dijo Charly García.
PD2: hay un link nuevo :)
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