domingo, noviembre 20, 2005

Paganismo

*Advertencia: contrario a lo que escribo siempre, esto es un post serio. Si no te gusta, entrá a alguno de mis links.

"...Un apagón sentimental la ruta pasa.
Vuelve el deseo y la ansiedad de este cuerpo
mi boca quiere pronunciar el silencio.
Remolino mezclan los besos y la ausencia.
Imagenes paganas se desnudaran en sueños.
2. 3. 4. 5. 6. 7.
Remolino mezclan los besos y la ausencia.
Imágenes paganas se desnudaran en sueños.
Remolino mezclan los besos y la ausencia.
Imágenes paganas se desnudaran en sueños..."

Imágenes Paganas - Virus

Era principios de 2004.
Estaba bailando en Requiem (Av. de Mayo 948), entonces mi mirada se cruzó con la de ella. Me sonríe.

Hermosa, 1.70mts de altura. Pelo rubio, ojos claros, buen cuerpo.

Me sonríe. Es imposible.

Termina de sonar "New Sensation" de INXS, me dirijo a la barra, pido una cerveza. Mantenete tranquilo, me digo a mi mismo. Me hago paso entre los chicos que bailaban la siguiente canción. La veo de nuevo.

Me acerco, le digo para bailar, me dice que no, le digo "al menos me podes decir tu nombre...", a lo que me dice "vos sos re-chamuyero...". Cara de póquer. No porque sea sea cierto lo que me dijo. Sino porque fue cortante.

"Me habré confundido y habrá estado mirando a otro". Sigo bailando con mis amigos. Después de un rato noto que me sigue mirando. Ok. La onda es mirar, pero no acercarse. La miro una última vez y le sonrío. Sigo en lo mío.


Dos fines de semana después. Viernes de nuevo. Mismo lugar.

Fuck. No vino nadie de los chicos. Encima estoy medio sobrio y me doy cuenta que el dj es malísimo (ahora hay otro, gracias al Señor) . No por los temas que pone, un compilado general de música pop 80´s, sino porque no podría enganchar dos temas bien así su vida dependiera de eso.

Estoy sentado en un parlante (en Requiem algunos parlantes estan en el piso, contra la pared y miden menos de un metro de altura). No sé que hora será, pero no es tan temprano y no hay mucha gente. Y ahora la música no me gusta.

Estoy bebiendo una cerveza, mirando el piso, pensando que es una noche desperdiciada.

Qué sucio está el piso. La música es una garcha. Estoy sobrio y mis amigos no vinieron. Fuck.

Dos pies en mi campo visual. Dos pies, además de los míos. Se detienen justo al frente.

Sí, era ella. Me sonríe. Se me acerca más aún y me dice "si hoy no me saludás vos, te saludo yo" y me da un beso en la mejilla.

Hablamos 10 minutos boludeces sobre la música, la gente que había en el lugar, nos reímos.

Se le acerca una amiga, le dice algo en el oído y me dice "me tengo que ir, si te vuelvo a ver te saludo". "Cómo te llamás?" le pregunté.

"Celeste". Bien, ahora ese espejismo hecho carne tenía nombre. "Celeste, dame dos minutos", "dos minutos...?", "no, con un minuto es suficiente" y le dí un beso en la boca.

Tres meses después de haberla conocido, tres meses de haber estado juntos todos los fines de semana. Viernes, el mismo lugar.

Entro a Requiem. Me saluda fríamente. Se va, me dice que ya viene. Después de un rato doy vueltas dentro del lugar, buscándola. Y la encuentro. Tranzando con un pibe.

Sin escenas. Me fui.

Estaba esperando el subte en la estación Piedras de la Línea "A" (primera hora de la mañana), sentado en uno de esos bancos de cemento, con la cabeza a punto de explotarme, muriéndome de calor, confundido.

Me hubiera dejado arrancar la cabeza por ella.

En momentos así, ateos, creyentes, tienen una misma creencia: "qué hice mal?", "por qué?", y comienzan a preguntarse si existe eso del karma y si todo eso será por algo malo que habrán hecho.

Pasó un año y medio. Nunca lloré.

Pasó un año y medio. Lo superé. Comprendí que quizá las cosas pasaron así porque no estábamos hechos para estar. Pero además, la flaca era una trola terrible.

Pasó un año y medio. Pasó una novia (Fernanda, mi única ex, pero la mejor, y aún más como amiga), pasó Cromañón. Cerró Requiem, pasaron boliches medio ilegales, medio errantes, medio pelo. Volvió a abrir Requiem.

Dos meses atrás. Sábado. El mismo lugar, Requiem.
Estaba riéndome con mis amigos Rada, Luli, Coco, y algún amigo más que ahora no me acuerdo, esa clase de gente que no solo le gusta la noche, sino que también vive mucho de noche...

La veo. Me mira. Sonríe.

Me acerco a saludar, y algo que esperaba que sea un "hola, como estás? (respuesta y) chau", se convirtió en una charla de una hora.

Ella comenzó la charla.

Me preguntó como andaba, que estaba haciendo de mi vida, si estaba con alguien, etc. Me dijo que no se acercó a saludar porque pensó que yo estaría enojado, que tendría resentimiento. Le dije que lo que pasó me dolió, pero que no tenía resentimiento (fui sincero, muy). Me dijo que había sido cruel conmigo, pero que tuvo miedo porque nunca había estado tanto tiempo con alguien.

Pasó la hora, mis amigos ya se habían ido. Quizá pasó más tiempo.

Se le acerca una amiga, le dice algo en el oído y me dice "me tengo que ir...", acerca su cara para darme un beso en la mejilla, yo no corro la cara. Me mira a los ojos. Nuestras caras están a tan solo 4 centímetros. Me abraza y me da un beso.

Sí, fue como lo recordaba. Me debía ese beso. Al menos, después de todo, me debía ese último beso.

Hace un fin de semana. Sábado 12 de este mes. En el bar/Headquarter Valentino (Bernardo de Irigoyen y Av. de Mayo, a la vuelta de Requiem), con amigos, tomando cerveza, cumpleaños de mi amigo Javock.

Mesas en la vereda. Rada hablando sobre paganismo, y de repente miro lentamente hacia mi izquierda. La veo cruzando la esquina con sus amigas.

Fue suficiente verla pasar con sus amigas, con ese mismo aire despreocupado de siempre, que me mire, me sonría, me diga con la mano "hola", para que la cerveza que estaba bebiendo se vuelva tan amarga como si fuera lodo.

La miré sólo 4 segundos. 4 segundos tan cortos y tan largos como para grabarme esa imagen suya, con remera blanca, jeans azules gastados de tiro bajo, zapatillas Converse All Star rojas.

Pero por primera vez me doy cuenta que su imagen ya no me lastima. Solo es un nombre más en mi lista de malos recuerdos. Pero es inocuo ahora.

Porque mis noches son mas largas que mis relaciones. Porque hay amores imposibles que es mejor dejarlos así. Imposibles.

*Celeste es un nombre falso que le dí a la señorita en cuestión, por obvios motivos.

Para terminar con mi primer (y tal vez único) post serio, quiero anunciar mi casamiento con la señorita Julieta, la niña del excelente blog El Apático Balconcito de Julieta. Fecha: cuando cumplamos 30 años de edad y si estamos sin pareja (que por mi lado es muy probable).

Están advertidos. Están invitados.

Up-date: gracias, lu+ por la imagen del cabezal del blog! (recuerdo que todabía te debo cerveza ¬¬)