I fought the law (and the law won)
Un miércoles de febrero de este año, con un primo –a.k.a. ‘El Hampón’- acompañamos a mi viejo hasta el taller de autos porque tenía una consulta que hacerle al mecánico. Mientras Luis –mi viejo- hablaba con el dueño del taller, mi primo y yo esperábamos dentro del auto –que estaba estacionado a media cuadra de dicho taller-.
Una vecina de unos 70 años debió ver (mas bien, imaginar) algo sospechoso, como casi toda la gente que tiene mucho tiempo al pedo y se dedica a joder a los demás, porque llamó a la policía.
Y la policía llegó a la media hora de estar estacionados en esa calle. Primero dos agentes de civil que nos hicieron bajar del auto y nos pidieron documentos. Y al minuto un patrullero.
Yo, como cualquier persona que sabe que no tiene nada que ocultar –en ese momento, je-, estaba tranquilo cuando me revisaron: un juego de llaves sin llavero, un paquete de Marlboro box de 20, un Zippo, pocas monedas y menos billetes.
Peeeeeeeeeeeeero El Hampón ¿Qué tenía en los bolsillos? Llaves, un encendedor a gas ‘Bic’, un paquete de Parisiennes de 20, más dinero que yo y... un paquete de papel de armar ‘Ombú’... Para los no iniciados en el consumo de drogas ilegales, el papel de armar ‘Ombú’ es lo que se conoce como ‘sedas’, papeles para armar cigarrillos de marihuana. También sirven para armar cigarrillos con tabaco suelto, pero este no era el caso.
Policía, con el paquete de sedas en la mano, a mi primo: ¿Y esto, flaco? ¿Tenés porrito?
Mi primo ‘El Hampón’, al policía –sin mucha seguridad-: Nnno... no...
En ese momento todos nos miramos de reojo sin creerle nada a mi primo.
Nos vuelven a revisar y ahora, además, al Hampón le encontraron una bolsita con una cantidad ínfima de marihuana –lo suficiente como para armar un ‘finito’-.
¡Adentro!
En la comisaría:
12.00 hs: Nos comienzan a fichar, toman nuestras huellas dactilares unas 50 veces.
12.45 hs: Dejo mis pertenencias en una caja y firmo una constancia donde se enumeran las cosas que dejé en la caja.
13.00 hs: Nos meten en celdas separadas por un pasillo.
14.00 hs: Pienso ‘Beto –mi primo-, la puta madre, ¿Cómo vas a tener faso encima un día de semana al mediodía?’
14.30 hs: Pienso ‘Beto, la puta madre, ¿Cómo vas a tener faso encima un día de semana al mediodía?’ y fumo un cigarrillo.
15.00 hs: Pienso ‘Beto, la puta madre, ¿Cómo vas a tener faso encima un día de semana al mediodía?’. Y observo que mi celda, donde estoy solo, es de 2 por 6 metros, tiene una ventana por la que no podría escaparse un gato, es oscura, no tiene luz, le falta limpieza, las paredes están escritas, hay un solo inodoro –que no me genera mucha confianza- y emana un suave pero persistente olor a fluidos corporales. Y fumo un cigarrillo.
16.00 hs: Sigo sentado en el mismo rincón y miro mis zapatillas sin cordones. Y puteo mentalmente a mi primo.
17.00 hs: Sigo mirando mis zapatillas sin cordones y canto en voz baja canciones de And One. Puteo mentalmente, un poco mas, a mi primo.
18.00 hs: Me fumo el último cigarrillo.
19.00 hs: Rezo para que caiga alguien detenido en la comisaría y lo pongan en mi celda así puedo hablar un rato con alguien.
20.00 hs: Discuto conmigo mismo si va primero la leche o el Nesquiq.
21.00 hs: Tengo hambre y quiero una chocolatada.
22.00 hs: Pienso que todo esto sería genial para escribirlo para mi blog. Me río bastante.
23.00 hs: Me pregunto si en este barrio nadie comete delitos porque en todo el fucking day las únicas personas que cayeron detenidas fuimos mi primo y yo.
24.00 hs: Cambio de guardia. Me sacan de la celda, me llevan a una oficina para devolverme mis cosas, y firmo unos papeles.
24.10 hs: Mi primo, yo y mis cordones en mano estamos en la calle.
Marlboro-Man a ‘El Hampón’: Espero que el faso que tenías haya sido la mejor marihuana que hayas fumado alguna vez en tu vida porque estas doce horas adentro no me las olvido más. ¿Vamos a casa a comer algo?
Etiquetas: Beto, drogas, El Hampón, marihuana, problemas con la ley